Este proyecto es la descripción de una compleja coreografía en el tiempo cuyo fin es articular la desaparición del edificio del Congreso Nacional, en otras palabras, diseñar el guión de su demolición en el tiempo y su huella.
La ambición de este proyecto es investigar la capacidad que tiene una edificación ordinaria de transformarse sucesivamente, por acción de la sustracción, en otros edificios, con otras relaciones con su contexto, otras relaciones internas, otro aspecto y, por supuesto, otras condiciones espaciales

El proceso completo se ha dividido en momentos, que corresponden a cortes transversales en la línea de tiempo, y que nos ayudan a entender un proyecto que es, en rigor, un continuo. Estos momentos del proyecto responden a dos exploraciones distintas pero inclusivas. Una primera, describe la relación simbólica y funcional del edificio como unidad y del éste con su contexto, en cambio, la segunda exploración es de carácter topológico, es decir, el edificio considerado como un problema formal, va definiendo configuraciones arquitectónicas diversas guiados por el potencial de su estructura, su masa y su vacío contenido, revelados tras las operaciones de sustracción.

[Etapa 1: Designificación/Resignificación]
En esta etapa el edificio se somete, como acto inicial, a un exorcismo de su contenido simbólico que lo asocia doblemente a una voluntad de poder, una desacralización del edificio que permita iniciar el proceso de transformación sin la distancia conceptual que actualmente separa el Congreso del ciudadano común.

[Etapa 2: apertura/dislocación]
A partir de este momento se acelera la apertura del edificio: apertura al paso, al uso y a la permeabilidad visual. La apertura de pasos inaugura también nuevas vistas y usos esporádicos de los espacios que se han abierto. Parte de estos trazos y usos que se comienzan a insinuar en esta etapa, irán consolidando paulatinamente una memoria de uso del lugar a ser heredada por las fases finales del proyecto.

[Etapa 3: integración/mutilación]
En esta etapa el edificio consolida su integración con el contexto, ofreciendo una continuidad real entre el nivel zócalo y el espacio público. Así mismo los distintos niveles del edificio se unifican en un gran hall central público y abierto, en torno al cual gira el funcionamiento del edificio.

[Etapa 4: eliminación/redistribución]
La descripción de este “último movimiento” se resume en la consolidación de un Parque, el que anexando la existente Plaza O’Higgins constituiría el área verde más importante de Valparaíso, con una extensión total de 45.000 m2. Para la construcción de dicho parque se ha tomado la premisa que la totalidad del material resultante de la demolición sea la materia con la que se modelará el nuevo parque. Tanto el material desmantelado cuidadosamente como los escombros de la obra gruesa, serán explorados en su potencial de proyecto.