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Desarrollo Sostenible
Camila Cociña Varas

Una cita. Otro tema.
Las arcas del Estado Chileno se han enriquecido por el incremento del precio del cobre, y algo hay que hacer con esos nuevos y futuros recursos; lo que se haga con esos recursos, no da lo mismo. Como bien digiera Oscar Landerretche1 la pregunta por el modelo técnico ideológico a aplicar, tiene más de una posible respuesta. No da lo mismo la una o la otra, tienen consecuencias distintas.

Extrapolando esta lectura, ante el problema de Sostenibilidad que aquí se plantea, las herramientas con que se responda a la pregunta por el Desarrollo Sostenible, no dan lo mismo.

Corto y Largo Plazo: Aclaración.
Parece necesaria una breve aclaración, referida al término Desarrollo Sostenible. Comúnmente, especialmente en las escuelas de Arquitectura, se vincula el término sustentable a una acotada relación de la construcción con la eficiencia energética; este es un aspecto, sí, un aspecto significativo. Sin embargo, un modelo de desarrollo sostenible debe incorporar la pregunta por la sostenibilidad económica, ambiental y social, por lo menos.

Nos preguntamos por modelos de desarrollos que puedan dar respuestas a necesidades de la sociedad hoy, sin por eso hipotecar los posibles desarrollos futuros. A esto denominamos CORTO y LARGO PLAZO; dicho burda y simplemente, gastar e invertir, o en realidad cómo hacer las dos cosas con recursos sociales, económicos y ambientales, acotados.

Aclarada esta definición, volvemos a la pregunta por el desarrollo sostenible. Una pregunta que surge desde un país desigual como Chile, y cuyas respuestas esperan poder tener cabida en otras realidades en vías de desarrollo en el mundo. Una pregunta que indisolublemente va ligada al cuestionamiento por el rol de las universidades y de la arquitectura en éste desarrollo. Pregunta que lleva a la necesidad de acudir a políticos, arquitectos y académicos para intentar contestarla.

No da lo mismo.
Volvemos a la idea con la que comenzamos: No da lo mismo. La elección de un modelo de desarrollo y no de otro no es indiferente, sus consecuencias no son las mismas, las realidades que genera no son las mismas. Las acciones sobre la ciudad responden a modelos, y el modelo de crecimiento que se escoja tendrá consecuencias ajustadas a dicha elección; y frente a la urgente pregunta por el Corto y Largo Plazo [que sigue siendo eso, una pregunta], nos parece que esto debe ser evidente. No da lo mismo. No. No da lo mismo.

Camila Cociña Varas
IIO